27 ene 2011

Bahía de Ha-long

Bahía de Ha-long


 Ha-long recibe el nombre de una layenda que cuenta que El Emperador de Jade envió un dragón para defenderse de la invasión china. En vez de escupir fuego, el dragón escupía jade y perlas y con su cola, al golpear la tierra, abría canales y grietas. De esta forma se crearon las islas e islotes de la bahía.


El beso
 Esta mañana, las nubes ya se habían ido, habían cesado las lluvias, la semana pasada sería impensable venirse a Ha-long ya que estamos en época de monzones y  aquí son especialmente torrenciales. El viaje lo hicimos en bus, apenas 170 km separa Hanoi de la bahía y la carretera es buena aunque de tráfico intenso. Al llegar al muelle nada nos sorprende, unos pescadores limpian sus aparejos de pesca, niños que juegan en el agua y jóvenes que nos ofrecen sus barcos para navegar entre los islotes. Decidimos irnos con la única chica y embarcamos en una pequeña lancha de madera llena de frutas de colores. La fruta en Vietnam son las estrellas, los ojos del dragón, las uvas de las mariposas y sus aromas explotan en nuestra boca como una orgía de sabores.


Nuestra barca
La bahía tiene una extensión aproximada de 1500 km2 y la forman varios cientos de islotes e islas a lo largo de la costa norte muy cerca de China.Los habitantes viven principalmente de la pesca, el transporte de mercancías y ahora también del emergente mercado turístico. Son amables y sonrientes y orgullosos de su cultura milenaria. A pesar de las guerras sufridas primero por la independencia contra los franceses y luego contra los iankis en sus rostros no guardan rencor, han sabido enterrar el odio y mirar al futuro de la mano de Ho Chi Minh.



Vista general
Nuestra barca de madera aunque era ligera debíamos de remar con esfuerzo. Ante nuestros ojos, el mar de Indochina de dragones y princesas, tal que fuese una sábana azul que la brisa llenaba. Mariña jugaba con el agua y abría ronseles de espuma. Empezamos a ver los primeros islotes como una sucesión de montañas que dibujaban en el horizonte un laberinto de canales y casas flotantes. Son islotes de caliza que el tiempo ha erosionado o el dragón ha querido destruir de una belleza tan impresionante que nuestro asombro no puede ser más que un oooohhhhh! tan infinito que nuestra capitana Mary sonríe bajo su sombrero de paja.

Casas flotantes
Las casas flotantes me recuerdan a las bateas que los pescadores de Galicia utilizan para la cría del mejillón. Su estructura es similar pero las casas de Ha-long se utilizan como vivienda con todo aquello necesario para que resulte de lo más habitable y la verdad, no les falta de nada. Nuestra nevegación continúa,el verde de la vegetación se mezcla con el azul del agua y da como resultado un turquesa salvaje. Decidimos descansar en una pequeña isla y empaparnos de las vistas que nos ofrece por última vez la bahía. El viaje llega a su fin, debemos regresar a puerto porque empieza a oscurecer y desnudamos en silencio  la noche de la Bahía de Ha-long.


No hay comentarios:

Publicar un comentario